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Culturalmente hemos aprendido que lo correcto es ser productivos a todas horas y en todo lo que hacemos: productivos en el trabajo, en la práctica deportiva, con nuestro tiempo libre, en las tareas del hogar, con la familia y cualquier otro ámbito de nuestra vida.
Si buscamos su definición, productividad es la capacidad de producir, ser útil o provechoso. En líneas generales, podríamos decir que la productividad es la capacidad de actuar eficazmente en cualquier actividad que realizamos.
¡Mucho cuidado! No debemos confundir ser más productivo con estar más horas al día en activo. Debemos dosificar nuestra energía en las tareas que realizamos diariamente y, sobre todo, tener muy presente que para mejorar la productividad tenemos que propiciar un descanso diario y de calidad a nuestro cuerpo y mente.
La productividad puede variar por una serie de factores como por ejemplo la edad de la persona, las actividades que desempeña o incluso su propia personalidad. Pero en líneas generales, existen algunos trucos para ser más productivos:
· Planificar el día
· Aprender a organizarse
· Fijarse objetivos
· Centrarse en pocas tareas
· Mantener el orden
· Practicar ejercicios de productividad
También existen otros factores relacionados con nuestros hábitos de vida que influyen directamente en mejorar la productividad:
· Tener suficiente energía física y mental
· Hacer pequeños descansos entre tareas
· Dormir bien
· Comer de forma saludable
· Realizar actividad física
· Tener una buena actitud y pensamiento positivo
Como mejorar la productividad depende de varios factores, y ya sabemos que una alimentación saludable es uno de ellos, vamos a ver una lista de nutrientes que pueden ser clave para mejorar nuestra productividad personal:
Algunas de las vitaminas del complejo B (vitamina B6, vitamina B12, biotina) contribuyen al metabolismo energético normal, es decir, a la obtención de la energía que proviene de los alimentos.
El magnesio contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.
El ácido docosahexaenoico (DHA) contribuye a mantener el funcionamiento normal del cerebro*.
También hay componentes de las plantas que pueden ser grandes aliados de la productividad
• Plantas adaptógenas(1): sustancias naturales de origen vegetal que tienen la capacidad de regular las funciones corporales del organismo y de fortalecer los sistemas orgánicos comprometidos por el estrés. Algunos ejemplos: extracto de raíz de rhaponticum (Rhaponticum carthamoides), extracto de fruto de schisandra (Schisandra chinensis), extracto de raíz de bufera (Withania somnífera), Rhodiola rosea…
• El extracto de brahmi (Bacopa monnieri (L.) Pennell) puede ayudar a mejorar la concentración y la memoria(2) y el extracto de ginkgo (Ginkgo biloba L.) ayuda al mantenimiento de una buena función cognitiva(3)
• Se ha estudiado que algunos componentes bioactivos del extracto de avena verde silvestre (Avena sativa) como los flavonoides y las saponinas ayudan a mejorar el rendimiento cognitivo(4).
Lo que está claro es que si queremos llegar a todo, disfrutar de la familia, de nuestros amigos, de nuestro tiempo de ocio y de nuestro trabajo tenemos que ser más eficientes.
La planificación, la organización, el control del estrés y hábitos saludables como una alimentación equilibrada son herramientas a nuestro alcance para poder dar nuestro 100%.
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